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la 'maternidad' en las redes sociales.

“En primer lugar, nadie puede dar respuestas a una madre. En todo caso, algunas personas podremos ofrecer nuevas preguntas para que cada madre se cuestione a sí misma y busque en su ser interior. También podemos ofrecer compañía, apoyo, sostén y cariño”


¿Por qué o para qué escribir de esto? ¿es necesario abrirnos a esta conversación? ¿que de valioso tiene? ¿para quién es pertinente? y así puedo seguir haciendo un sin fin de preguntas ya sea para obviar el tema, o para eximirme de responsabilidades, o para no permitirme exponerme en esta conversación. Bueno pero ya estoy aquí, así que comencemos con responderme a mi misma esas preguntas.


Creo que es importante escribir de esto, por que no hay una sola manera de ser madres por lo tanto no hay una sola 'maternidad' no existe tal cosa, reconozco que las maternidades son diversas y sumamente complejas y que no hay modo de una poder entender por completo las maternidades. Pasa algo similar con la sexualidad, es tan diversa, y hay tantos tipos de sexualidades como gente en el mundo. Así mismo sucede con la maternidad, " hay tantas formas de maternar como madres hay en el mundo" pero entonces, si puedo reconocer que existe una que esta trending en las redes sociales. Esta 'maternidad' parece dejar de lado muchas otras formas de ser mamá, o que se perciben, y se prestan a muchísima interpretación; como una maternidad que invisibiliza las opresiones y las incertidumbre que muchas madres enfrentan. Lo que también llamamos ' la romantización de las maternidades'. Y bueno, no es que yo esté del todo de acuerdo con esa respuesta que estoy dando, pero vamos, que contradecirme es parte de la incertidumbre de ser mamá. Entonces me es necesario comenzar a generarme preguntas y posibles respuestas para también compartirles la invitación a que tengamos esta conversación. Es el modo que encuentro para poder abrirnos a visibilizar, a problematizar, escudriñar y cuestionarnos los modelos de maternidad a los que estamos aspirando, o los que perseguimos desesperadamente, o aquellos a los que nos resistimos con vehemencia. Merecemos este espacio, y también es nuestro derecho poder - o al menos el tratar de- entenderse los porqués.


Creo que una de las cosas que le dan valor a este 'tema' es precisamente que es otro modo de plantearnos nuestros privilegios, y hacernos conscientes de las maneras en que podemos reproducir discursos opresivos hacia las maternidades diversas, que no encajan en estos modelos de las redes sociales; o en estas vitrinas instantáneas y fugaces; explotadas de influencias muy confusas y torturosas, en ocasiones insostenibles e imposibles para la gran mayoría. Entonces la pertinencia también es para este espacio, pero más que para eso, para plantearnos más preguntas, desde dónde y cómo podemos deconstruir y aliviarnos las incertidumbres, las culpas, las contradicciones, los miedos, las insatisfacciones, el juicio.


Es verdad que en estos tiempos hay muchísimas redes sociales en las que se nos presentan 'una maternidad ideal' y eso siempre ha existido, no es algo nuevo, es producto directamente del sistema machista y patriarcal que tenemos, pero también del sistema capitalista de consumo. Todo es o parece ser mercadeable (hasta las madres y sus hijes) y eso ¿es culpa de quién? ¿sobre quienes vamos a pasar juicios? ¿tenemos que pasar juicios? ¿nos corresponde?. A veces caemos en la trampa, y creemos que somos lo que tenemos, y que nuestro valor se puede medir por eso, y entonces buscamos validación en las demás personas, y a veces acudimos a mercadearlo (que no es lo mismo que compartirlo) y puede que también tendamos a querer reproducir lo que vemos, o lo que nos venden, y así vamos repitiendo ciclos tóxicos para nosotras mismas.


También podemos notar que comenzamos a juzgar los modos, las maneras, las elecciones, basándonos en aspiraciones, o incluso en modelos ideológicos a los que no todas tenemos acceso. Y eso pasa en dos vertientes, pasa tanto a quienes reproducen 'perfectamente' esa 'maternidad de redes sociales' como a quienes la critican, la enjuician, o la señalan, y también me pasa a mí ahora mientras escribo de esto. Pero hay algo en lo que yo creo, y es en hacerme cuestionamientos, los que sean necesarios para reconstruirme, despojarme de las apariencias y apostar a una vida real a una maternidad subversiva y transgresora, en la que todo puede pasar, por que no estoy exenta de nada ni quiero estarlo. Por supuesto que trato de establecer límites saludables, y sostener acuerdos conmigo misma y con las demás, pero no siempre se sostienen, por diversas razones. Entonces a veces yo me digo ' no existe la mamá perfecta' y me lo creo, pero otras veces veo a algunas que parece salirles super bien, y de pronto pienso que lo que yo tengo de sombra para otras es toda la luz que tienen, o sea que de un modo puede que alguna mamá me vea a mí de un modo idealizado, y así sucesivamente eso es algo de lo que ninguna puede escapar si vives en este mundo, y por supuesto si tienes redes sociales.


Ahora, voy a regresar a la pregunta ¿ es culpa de quién? pues yo creo que esto es culpa de nuestras socialización, y no quiero sonar reduccionista, pero después de todo estoy formada en la ciencias sociales, así que ese es mi marco de referencia más directo. Pienso, genuinamente, que esto no es un asunto de personalidades, o de 'influencers' a las que vamos a hacerles el 'mommy shaming' o a las que vamos a responsabilizar de 'la maternidad de las redes sociales' y sus modos insostenibles para la mayoría de las madres. Lo que quiero decir, es que todo lo que juzgamos en las demás de un modo nos proyecta, todo lo que criticamos de las demás de otros modos nos rebota, y que todo alcanza a una, por eso primero hay que mirar para dentro. Entonces pienso que tiene todo que ver con lo que somos como seres socializadas en una sociedad machista, dónde se nos dice que las mujeres deben ser madres y hay quienes aún creen que solo servimos para ser madres, y que por lo tanto además de madres buenas tenemos que ser madres perfectas, bellas por supuesto, fit y muy buenas esposas por que sino, si nos falta algo de perfección entonces nos destruyen, y si somos demasiado perfectas o nos perciben así, también nos cancelan. Sobre todo por que esta sociedad cree que no cría, aunque cría, pero no asume la responsabilidad colectiva de los cuidados ni son apoyo ni acompañamiento para proveer algún remedio para aquellas mujeres y cuerpos gestantes que asumen la maternidad. Pero la variable a elegir que parece ser más sencilla, es la de juzgar, adjudicarnos ese derecho, del que yo creo que no tenemos ni céntimo de validez para utilizar. Entonces acudimos a la cancelación, esa cultura que no construye nada, que se desprende también de una violencia, de una opresión que algunas hemos sentido, y con la que otras sobreviven todos los días. Buscamos también maneras de sentirnos menos miserables, pero por medio de la crítica personalista el 'mommy shaming' y otras dinámicas tóxicas que se dan en las redes sociales con gran ímpetu. No nos corresponde ese mérito, y deberíamos asumirnos dispuestas a tener la conversación a plantearnos como problematizamos, y co construimos otras maneras de maternar en comunidad, y saber que no todas tienen ni tendrán si quiera la oportunidad de escribir de esto, o de discursarlo, y que por ellas también nuestro privilegio debe ser puesto a la disposición de estas conversaciones incómodas. Y bueno aquí lo dejo, pero aún no alcanzo a resolver el tema, a penas es un comienzo para ir rompiendo hielo en mi burbuja.

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