Todes necesitamos ayuda.
Ayer le pedía a mi niño, Lucas, que guardara en su lugar los juguetes que había movido de sitio. Él me pedía ayuda insistentemente, pero yo le respondía en negativa: le decía que ya estaba ocupada, que ahora iba a encargarme de recoger algunas cosas y que le correspondía a él hacerse cargo de sus juguetes. Entre negarse, quejarse y resistirse, llegó a acceder. Fue con su gesto de rendición hasta su cuarto para guardar en su lugar cada cosa que había usado; tal como se lo pedí