Llueve y escampa
Exige mi hijo a son de llanto detrás de la puerta "¡quiero abrazarte mamá!". Él está dentro de la casa. Yo estoy fuera. Insiste con fuerza y golpea la puerta mientras repite su demanda. Tal vez simplemente intenta comunicar, como puede, su necesidad. Pero prefiero pensar que son reclamos voluntariosos a creer que le estoy negando contención emocional. Estoy cerca, fácilmente pudiera ir a consolarle, pero elijo escribir sentada en el balcón de la casa. Llueve estrepitosamente