Lo estamos haciendo bien.
Me dijeron “nuestros hijos son nuestro reflejo, que lastima por las tuyas se sentirán avergonzadas”.
Es posible que nuestros hijos sean nuestros reflejo y también sean el reflejo del ambiente, la biología, las emociones , la sociedad y en efecto las decisiones que se tomen por las viviencias de acuerdo a estos factores.
Lo que sí estoy segura es, que al momento, con sus 4 años de edad, no hay vergüenza de ser mi hija, todo lo contrario. Todas las mañanas jugamos y es con mamá que prefiere ser peinada, vestida y busca las caricias. Por las tardes, corre a mi a llenarme de besos cuando la busco de la escuela. En las noches luego de leer un cuento, nos decimos cuánto nos amamos y es cuando los abrazos y besos parecen no tener fin.
La rutina nos arropa, y en efecto no soy perfecta. He llevado a mi hogar la frustración del trabajo, el coraje por las deudas y los gritos de sentir que a veces no puedo o no lo puedo hacer mejor. He pedido perdón muchísimas veces y he cambiado estrategias de disciplina y rutina unas cuantas más. He recurrido a la ayuda de profesionales, de amigas y colegas de la profesión para ser mejor persona, mejor profesional y en efecto, mejor madre.
Siempre describen a Mi hija como un ser que se demuestra independiente, segura, inteligente, valiente y sensible. Aún así, aquellas palabras calaron en mi, y me dio mucho miedo de lo que puede venir en el futuro.
Escuchando esas palabras, reconocí que puede haber mucha maldad y muchos deseos de que fracase como madre. Fue ahí que pedí perdón dentro de mi por mis errores, por el daño que he causado a otros. Pedí perdón por mi pasado, mis decisiones y mis acciones sin mirar consecuencia.
Miré a mi hija y la bendecí deseando protección, deseando paz y deseando un continuo desarrollo óptimo para el disfrute de su libertad.
Me comprometí entonces a continuar fomentando esa curiosidad por las ciencias y el arte, amor por la justicia, respeto por la naturaleza y la sabiduría para tomar las decisiones de acuerdo a sus valores.
Me propongo continuar el camino, y a hacer camino con ella y para ella. El camino no será fácil, abra espinas y malos deseos pero estoy dispuesta a lanzarme.
¿Porque escribo esto? Para la que me quiera leer. Lo estamos haciendo bien y en ocasiones nos vamos a sentir solas y con miedo pero eso no significa que no podamos.
Nos dirán cosas negativas, pero no significa que sean ciertas. Nos harán sentir sin valor y minimizarán nuestro esfuerzo y trabajo y eso significa que hay algo que les duele y hay algo que se está dejando sentir. No permitamos que utilicen nuestro lado vulnerable para oprimirnos y tratar de sacarnos de carrera. No necesitamos esas personas en nuestras vidas.
Atrevámonos a continuar la marcha de crianza de una forma diferente, radicales, feministas, con fe y esperanza. Podemos dejarle un PR mejor a nuestros hijos y podemos cometer errores en la marcha. Pero siempre que nuestras hijas vean que somos capaces de intentarlo otra vez.
-Reina de las Flores
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