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Esto no lo podemos 'gugulear'.

Si bien es cierto que habemos personas que guguleamos todo, hay respuestas que se consiguen más fácil que otras. Por ejemplo, “receta de habichuelas puertorriqueñas”, “periodos de la luna para siembra”, “significado de neoliberalismo”, entre otras cosas. Sin embargo, cuando nos convertimos en madres, tenemos una necesidad de querer saberlo todo. Por ejemplo, “¿cuántas onzas de leche se toma una recién nacida?” “¿Cómo hacer que mi bebé deje de morderme cuando le lacto?”, “desarrollo de bebé a las 39 semanas de embarazo”.

Entonces, ¿qué hacemos cuando nuestras preguntas vienen desde adentro? Esas inquietudes existenciales que a veces nos dan cuando sentimos inseguridad, temor, ansiedad, depresión. Podemos gugulear : “¿cómo manejo mi ansiedad?”, “¿cómo trabajo mis traumas?’, “El postparto es solo mío y nadie me entiende”, “¿qué hago con el mal de amores?’, “¿qué hago si me siento sola?”; pero quizá la respuesta no será la que queremos o necesitamos. Quizá sea hueca, sin sentido, escueta e impersonal. A lo mejor, lo que buscamos es que alguien nos diga, “ yo pasé por eso y todo va a estar bien.”

Las redes sociales pueden ser una trampa. Encontramos una falsa perfección en las fotos que damos likes, o en los statuses que denuncian al otro pero que no incluye nuestra crisis. Estamos tan acostumbradas a comunicar cuando estamos felices, que reconocernos cuando no estamos bien puede ser difícil. Nos enajenamos, encerramos nuestros sentimientos y no somos claras con las formas en que nos expresamos. Es necesario entonces soltar lo nuestro pero también lo que cargamos, que no necesariamente nos pertenece; el contexto de país, el sistema capital, el patriarcado, la culpa de ser mujeres y maternar en este mundo lleno de contradicciones.

Cuando llegué a MATERTRANSMUTAR, tenía 39 semanas de embarazo. Mi círculo de amistades no tienen cría y aunque pueden escucharme y empatizar, no necesariamente me siento comprendida. Estaba buscando respuestas o historias desde dónde sentirme identificada y acompañada. Leer un “blog” o un “libro” sobre la maternidad que no hable solamente del proceso de embarazo, sino sobre los traumas que cargamos desde pequeñas con la perspectiva de sabernos mujeres en una sociedad patriarcal, o que presente experiencias desde donde poder identificarnos cuando necesitamos ayuda y que a la vez sirva de espejo donde reconocernos vulnerables dentro de todos los sombreros que cargamos, es muy difícil, pero en MATERTRANSMUTAR lo encontré . Es la invitación que nos hace, desde un espacio seguro, a sentirnos identificadas con las otras, a compartirnos desde nuestras experiencias y saberes. A mirarnos, reconocernos en las demás y sabernos acompañadas.

Las mujeres debemos hablar más de nuestras experiencias, como un proceso liberador y no desde la (re)victimización. En realidad no se trata de encontrar respuestas sencillas, o un folleto de instrucciones a los cuestionamientos que nos hacemos a diario. Se trata de que a veces solo necesitamos saber que alguien más pasó por un proceso similar al tuyo como mujer, madre y cuidadora, que pudo manejarlo y que todo va a estar bien. La pregunta para dentro puede ser “¿cómo puedo reconocer mis virtudes y limitaciones, para criar desde la libertad y el empoderamiento?”. No encontrarás la respuesta, pero sí sabrás que hay otras mujeres, madres y feministas, que estarán preguntándose lo mismo, y que hay espacios seguros para compartirlo, como lo es éste.



- Isabel Corti Soto

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