Mi parto, y su relevancia hoy.
Lucas André nació, tuvimos un parto natural y respetado. Los dolores comenzaron a las 9:30 de la mañana aproximadamente y dí a luz a las 3:47 pm, un bebé hermoso y sano, que peso 7 libras con 9 onzas y midió 18 pulgadas de largo. Admito que en repetidas veces dudé de mi fuerza y de que la cuerpa pudiera hacer el trabajo de parto sin más ayuda que la de la naturaleza. Sin embargo a medida avanzaba el parto, me reafirmaba y me hacia consciente de que el dolor también se puede controlar en la mente y que la fuerza no es solo física, está también en el alma y en el espíritu.
El parto fue una experiencia sanadora, fue un escenario hermoso y respetado, me hizo sentir que todo el proceso previo valió la pena. Los dolores fueron fuertes, no diré que el parto no duele, porque duele y de muchas formas. Hubo momentos en los que me desesperé pero ahí estaban las personas indicadas, Javier y Paloma, elles fueron la compañía perfecta, me acompañaban desde el respeto y la conciencia de que era yo quien debía protagonizar el proceso, me alentaban a fluir y a escuchar lo que pedía mi cuerpa, atendían mis quejas y necesidades en el momento justo en el que lo pedía. Estoy muy agradecida de ese acompañamiento, de la vida y la salud de mi útero, ¡fue tan bueno parir! Lo sentí como la oportunidad de romper con los mitos que una carga sobre el parto, de tener una historia de nacimiento junto con mi bebé que me apoderaría cada vez que tuviera la oportunidad de recordarla y contarla. Recuerdo que mi Doula Paloma me decía " es tu cuerpo, no va a hacerte daño" así fue y reafirmo que así es.
Siempre que nos cuentan sobre parir, nos hablan del dolor y nunca antes alguien me habló del descanso entre cada contracción. Cada vez que acababa el dolor mi cuerpa me premiaba con un sueño y adormecimiento profundo, un descanso casi reparador de algunos pocos minutos, que me preparaba para la próxima contracción. Mi doula, me había contado que el cuerpo tiene la posibilidad de liberar las hormonas necesarias para aliviar el dolor durante el parto, inclusive me había comentado que la oxitocina (que es la hormona de la felicidad y de la lactancia) y la melatonina entre otras, se mantenían presentes durante los proceso de parto para facilitar las contracciones y la recuperación de una, después de cada momento de dolor. Tenía mucha razón, pero jamás pensé que lo experimentaría de la manera que lo hice.
Recuerdo que mientras sentía dolor y pensaba que ya no podía más, mi Doula me decía "es una contracción a la vez". Cuando estaba en los 8cm de dilatación, Paloma me hizo una propuesta, que de momento me pareció alocada, me dijo, " vamos a respirar esta próxima contracción", ella me aseguraba que eso me daría energía y me favorecería al momento del expulsivo. Con tantas emociones y sensaciones nuevas, llegué a pensar que lo que me estaba proponiendo que hiciera no me sería posible, pues cada vez que pujaba durante la contracción, sentía alivio. Era esa la manera con la que había manejado las contracciones más dolorosas. Sin embargo, confié, por que sabía que había llegado hasta ahí y que había tenido un parto respetado, mucho, gracias a su acompañamiento, sus consejos, su práctica y conocimientos. Le hice caso y no respiramos una contracción, sino tres. Después de esto, vino la fase expulsiva y en poco menos de unos minutos ya había dilatado completamente, para poder ver el alumbramiento de mi hijo.
El dolor, no fue lo que más me impacto en mi parto, fue el descanso, fue la capacidad de la cuerpa para proveerme todo lo que necesitaba para ir una contracción a la vez, cada vez más cerca de tener a Lucas en nuestros brazos.
Hoy a poco más de 11 meses del parto y nacimiento de Lucas, me vuelvo a recordar que tengo todo lo que necesito dentro de mí, que esta nueva etapa y estas nuevas experiencias las voy a superar por que tengo todo las herramientas y las alianzas, por que estoy acompañada aún, de esa gente que hizo que todo el proceso de gestar y parir fuera más sencillo. Hoy a casi un año de haber nacido una madre, un padre y un hijo, no ha acabado el post parto. Me tocará recordar las palabras de mi doula cuando decía "es una contracción a la vez" y ver que quizá me decía más, tal vez algo como; es un día, es un momento, una emoción, un pensamiento y una afirmación a la vez. Después de todo, son los actos los que nos definen.